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La Chiquiliga se consolida entre las grandes ligas

A los peques cada vez les lucen más las horas de patio

Ya empiezan a ser tradición las grandes quedadas para jugar con los amigos que, de domingo en domingo, se celebran en el Peñas Center. La CHIQUILIGA no llama la atención de los medios ni atrae a los aficionados en masa, pero la pasión que ponen los participantes y sus seguidores es digna de grandes titulares. Los padres y las madres «disfrutan» de los nervios pre-partido en casa, pero por contra también cada vez más del juego sobre la cancha. Se empiezan a ver más canastas y de más participantes, pases más precisos y en general el baloncesto es cada vez más reconocible en las dos horas ininterrumpidas en que los mini-peñistas se emplean en las pistas Alfredo Alquézar y Alberto Alocén.

Ahora viene el parón por la Semana Santa, el buen tiempo y las largas tardes de primavera en el parque. Es el momento perfecto para sacar el balón de casa y aprovechar para practicar un rato cada tarde los fundamentos que se aprenden en el patio del cole o en el Peñas Center: la entrada a canasta, la parada de salto, el bote con la izquierda y los cambios de mano. Se pueden practicar hasta los pases con papá, mamá, los tatos o la pared.

Mientras tanto disfrutad de algunas de las imágenes que no saldrán en el Marca ni en el Mundo deportivo. Para vosotros en exclusiva: